El día que cumplí quince años me regalaron una golondrina con un ala rota. Algunos dicen que está enterrada bajo el cemento del patio, pero yo creo que se quedó a vivir dentro de mí para siempre.
Después llegarían más y se cumpliría lo que me decía mi madre: “Hija, tienes muchos pájaros en la cabeza”. Nací en un pueblo de Córdoba, en una casa grande llena de gente. El sur, rodeada de personas y con pájaros en la cabeza. Estaba cantado que acabaría inventando historias.
Muchas gracias por publicar mi minibiografía.
ResponderEliminarPar de abrazos.